Queda menos de una semana para la principal cita de la temporada de gran parte de la élite mundial, el Ultra-Trail del Mont Blanc, y Pau Capell afirma con rotundidad que llega con “los deberes hechos”. El catalán regresa a Chamonix (Francia) en un estado de forma impecable, convencido, tal y como nos explicaba en una entrevista anterior, de que es capaz de mejorar el sexto puesto que consiguió en 2017.
Tras un inicio de temporada espectacular, en el que consiguió un triplete histórico en Transgrancanaria, además de victorias internacionales como las de Patagonia Run, UT Cerro Rojo o Mozart 100, el vigente vencedor del Ultra-Trail World Tour se ha dedicado meticulosamente a preparar la gran carrera alpina.
«He hecho el Tour del Mont Blanc, he estado realizando entrenamientos allí, he hecho alguna carrera de prueba y también he estado ejercitándome en la Cerdanya, haciendo la Ultra Pirineu en dos etapas para hacer trabajo de más volumen y también he estado por la zona de Llobregat. Llevo desde el 13 de agosto en Chamonix haciendo trabajo específico y he estado una semana en Tignes para entrenar en altitud”, explica el corredor que durmió a 2.100 m sobre el nivel del mar y entrenó en la cota 3.000 m.
Aun así, el UTMB no será correr y cantar. El de Sant Boi (Barcelona) es uno de los favoritos pero en la parrilla de salida habrá mucha “pata negra”, desde el tricampeón Xavier Thévenard, también conocido como ‘Monsieur UTMB’, a los estadounidenses Hayden Hawks y Tim Tollefson y Zach Miller, o al chino Min Qi. Tocará sufrir, y mucho, algo que siempre se le ha dado bien a Capell.
Esta última semana el atleta participará en actos y encuentros con sus diferentes patrocinadores, por lo que reducirá al mínimo los entrenamientos mientras espera asimilar todo el trabajo realizado hasta el momento. Ahora toca “descansar y alimentarse bien” para que el viernes a partir de las 18:00 horas, las piernas y la mente se concentren en un único objetivo: acercarse al máximo al tiempo de hace dos años cuando paró el crono en 20h14′ e incluso intentar bajarlo.
«Físicamente me encuentro muy bien, para mí esta carrera es el objetivo del año. Tenía otros objetivos que conseguí como la Transgrancanaria o las pruebas en Sudamérica y ahora llega el gran reto de la UTMB. Mi objetivo es bajar de las 20 horas que es muy difícil, pero lo intentaré. Intentaré estar delante con los mejores. Es una carrera muy larga por lo que nunca se sabe que puede pasar, pero trabajar he trabajado duro. Esperemos que todo funcione el día de la carrera y que el cuerpo acompañe. Iré a hacer mi carrera sin intentar perseguir a nadie sino siendo fiel a mi estrategia. Una de las claves será llegar al kilómetro 75 con fuerzas y después de allí empieza la carrera. Creo que hasta el final iremos todos juntos”, concluye.
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