El próximo domingo a las 10:30 partirá de Whitehorse, en el territorio del Yukón (Canadá), una de las carreras más duras del mundo. Lo es por su distancia, 430 millas (casi 700 km) en formato nonstop, pero sobre todo por sus extremadamente bajas temperaturas.
El año pasado, uno de los más severos, se bajaron de los -50°C lo que provocó que muchos corredores sufrieran congelaciones y alguno, como el italiano Roberto Zanda, acabara perdieron las manos y los pies. “Nunca hemos tenido un año como este y ahora mismo necesito tiempo para asimilarlo. Ha sido difícil para todos”, explicaba entonces el director de carrera, el alemán Robert Pollhammer.
El seguimiento mediático de aquella accidentada edición no solo no ha ahuyentado a los corredores, sino que ha aumentado su interés entre los españoles, que este año tendrá a 8 participantes en las líneas de salida de alguna de sus distancias y modalidades, pues se puede recorrer a pie, en bicicleta y en esquí de fondo. Son Pablo Criado y José Luis Romero, para las 100 millas, Juan Carlos Nájera, para las 300 (480 km) sobre una fatbike, y Joaquín Candel y Kike Trull, para las 430 millas.
Los 83 participantes de la YAU 2019 están de enhorabuena. A priori, la meteorología va a ser benigna durante los 10 primeros días de carrera, con temperaturas de entre los -15 y -30°C, y no se esperan precipitaciones. “El problema es que el año pasado también partimos con esa previsión y mira lo que pasó”, nos recuerda Trull, que tuvo que abandonar también con congelaciones antes de llegar al km 100. El valenciano encara su tercera participación con la ilusión de llegar a la meta por primera vez. Por su parte Candel, que reside en EE.UU. desde hace 25 años, sabe lo que es completar las 300 millas, pero no las 430. El récord a pie en esta brutal distancia está en 186h50’, marcado por el danés Casper Wakefield en 2013, y hasta la fecha el único español que la ha terminado es Joel Jaile.
“Le estoy diciendo a la gente que puede morir ahí fuera”
Los problemas del año pasado han traído ligeros cambios en la organización. Pollhammer está evaluando uno a uno a los candidatos a esta aventura telefónicamente. “Literalmente le estoy diciendo a la gente que pueden morir ahí afuera”, dijo en CBC.ca, donde añade que “esto no es una broma o una aventura divertida, es un asunto serio cuando hace tanto frío”. Los participantes firman también la exención de responsabilidad de la organización ante las consecuencias de los problemas que se pueden dar en la carrera como hipotermia, congelación, ataques de animales, avalanchas…
Además de la entrevista telefónica, el director obliga a los nuevos a demostrar su capacidad de supervivencia en un curso previo. El cántabro Pablo Criado, a pesar de su amplia experiencia corriendo en la altitud y el frío de los Alpes, es uno de los que lo está haciendo. “El objetivo es demostrar que eres capaz de desenvolverte en un medio tan hostil como este, que eres capaz de hacer fuego, de encender un hornillo de gasolina de noche, de montar un vivac a oscuras o de resistir 10 o 12 horas si te pasa algo durante la carrera hasta que te vengan a buscar. Me está resultando muy interesante y además estoy aprendiendo muchas cosas de cómo funcionar con la pulka, el trineo con el que arrastramos nuestro material de seguridad, que no es poco”.
Puedes consultar el listado de participantes de la Yukon Arctic Ultra 2019 aquí.
